domingo, 4 de junio de 2017

La crecida

Algún día escribiré sobre cuando el cielo oscureció,
narraré cómo gota a gota todo se empapó y se difuminó.
Contaré cómo tus cartas de auxilio se perdieron en el oleaje.
Ese día podría salir cualquier cosa, todo lo que no ha venido antes.
No entendimos la eterna paz que vaticinaba la llegada de la tormenta
y de la imparable crecida que nos arrastró mar adentro,
junto a otros escombros, como si fuéramos sedimentos.
Todo quedó azul, perdido bajo del susurro de las cumbres borrascosas.
Por ahí asoma la torre del campanario, sola, como único testigo
de que fuimos llevados hacia dentro, hacia el azul, hacia el silencio.
Justo así: de la nada, al todo.
En unos minutos, en unos meses, en unos años.
Da igual.
Esto ya ha pasado.

Chop, chop, chop.

Algún día escribiré.
Algún día escribiré sobre todo esto.