miércoles, 31 de agosto de 2011

Javi, el Dios

Javi soñaba que era dios cuando sonó el teléfono.

Atrapado por los brazos de Morfeo, no sabía que al otro lado del aparato se encontraba su ex-novia Isa, quien, en un momento sensible combinado con una cantidad considerable de alcohol, buscaba reactivar su relación con Javi llamándole a esa hora insólita para una persona trabajadora como era él.

Mientras soñaba con que era Dios, Javi, no podía saber que el hecho de no contestar a esa llamada provocaría una reacción irascible de Isa, la cual, frustrada, arrojaría el móvil por la ventana. Pero lo que no podía saber Juan ni Isa es que el móvil caería en la cabeza del pobre Ernesto quien paseaba a su perro Scoty por el barrio. El golpe sería tal que provocaría un fuerte trauma con desmayo incluido y la eventual fuga de Scoty hacia la libertad. Lo que no sabía ni Javi ni Isa ni el propio Scoty es que Ernesto tendría que faltar a su trabajo debido al accidente lo que llevaría al joven Ricky a seguir con su jornada trabajando un turno doble. Lo que no podía saber Javi ni Isa ni Ernesto ni el perro Scoty es que Ricky causaría un accidente en el reactor producto de su inexperiencia y fatiga. Lo que no podía saber ni Javi ni Isa ni Scoty ni nadie es que el accidente del reactor llenaría de radiación todo el territorio provocando catástrofes, enfermedades y tragedias…

Javi estaba algo despierto cuando vio que Isa la llamaba por teléfono. Isa fue por mucho tiempo el amor de su vida, pero llegó un momento en el que le rompió el corazón de una forma muy cruel. Aun la seguía amando pero seguía dolido, no sabía muy bien si quería hablar con ella aunque también es verdad el hecho de que él se encontraba somnoliento.



Lo que no sabía Javi es que si contestaba, Isa, llena de alegría se subiría a su coche inmediatamente para ir a toda pastilla a ver a quien una vez había sido el amor de su vida. Lo que no sabía ni Javi ni Isa es que ésta, en su estado de embriagadez total, al doblar por la segunda esquina tendría un terrible accidente. Lo que no sabía ni Javi ni Isa es que este accidente provocaría la muerte instantánea de una joven pareja asiática, los Kiang. Lo que no sabía ni Javi ni Isa ni los Kiang era que el pobre Ernesto, presa del shock, soltase la correa de Scoty quien, al verse liberado, encuentra por fin su camino a la libertad. Isa, por otra parte, terminaría pasando una buena temporada en la cárcel incapaz de que nadie pague la elevada suma de dinero que sería su fianza...

Javi estaba mirando el teléfono cuando este estaba sonando. Sabía que llamaba Isa, pero en su mente sólo cabía una cosa: Su sueño.

Con lo bonito que era ser Dios.


Fin

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