domingo, 1 de junio de 2014

Colibrí

Una vez oí una historia.
Era sobre una raza de colibríes de 
Sudamérica. Los machos cortejaban 
a la hembra de dos en dos.
El pájaro que era rechazado alzaba 
sus plumas durante un segundo y 
después comenzaba a volar hacia el sol,
hasta que moría extenuado.

Una vez oí una historia. Era sobre uno de 
aquellos colibríes, que tras mucho 
tiempo en el aire, consiguió besar al 
sol. Dicen que así permaneció 
cuarenta días y cuarenta noches, 
probando del néctar dorado hasta 
que finalmente se sació. Fue entonces 
cuando se dejó caer a la tierra para 
morir en paz.


Solo en Nazca lo recuerdan,
ya que fueron testigos de la sombra 
que caía sobre sus cabezas,
nada más que cuarenta días.
Y ya que fueron testigos de la sombra
que caía sobre sus sueños,
nada más que cuarenta noches.

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