El mundo, sin embargo, gira,
Y las galaxias entre ellas danzan,
Y la llama finalmente se extingue,
Y la nieve con calor se derrite,
Y con ello los torrentes surgen,
Y las lágrimas en seguida se secan,
Y los labios se humedecen a besos.
Pero mientras toco tu pelo
mi mundo, sin embargo, arde.
Entonces, te miro y me escucho:
Esperaré en lugares distintos:
me moveré por todo el mundo.
Me perderé en mi pequeñez
y me ahogaré en la inmensidad.
Saldré del agua; respiraré la vida.
Orgulloso, siempre, de ser dorado,
me dejaré caer, una vez más,
en el valiente vacío del azul infinito.
Porque el tiempo, sin embargo, juega
cuando nosotros, sin embargo, nos encontramos
mientras todo, sin embargo, se mueve.
Y así es, y así será, por y para siempre.
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