martes, 22 de septiembre de 2015

Mujer naranja

Mujer naranja, he venido para experimentar porque hoy me desperté con ganas de mancharme de ti. Pero te advierto: traigo la paleta cargada; estoy dispuesto a acabar con tu simetría. Sé que bajo esos vértices, que se crecen al verme verde, hay curvas violetas; el color que mejor te sienta, y por el que estaría dispuesto a morderte si hiciera falta.

Mujer naranja, he venido porque extrañaba tu manera de cambiar de forma. No lo sabes, pero eres más tridimensional de lo que crees. Me gustaría (siempre lo desee) poder percibirte en cuatro, cinco o cien dimensiones (todas espaciales), pero no puedo hacer más que imaginarte en cada una de ellas, cada vez que me llega tu voz y me acaricia la cara.

Mujer que te crees naranja, he venido, en definitiva, para invadir tu espiral y fundirme en tu sonrisa. Qué placer ver la ventana blanca, caminar dentro de ti y sentir, por un momento, que siempre será hoy.

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