·2
Ya era bastante tarde, hacía tiempo que la luna había salido y nosotros seguíamos cabalgando por este dichoso y maltrecho sendero.
Yo voy a la cabeza mientras mi acompañante Claude me sigue con todo mi equipaje. Sí, sólo somos dos porque en cualquier pueblo de esta zona nos recomendaron ser discretos por estas tierras plagadas de bandidos, y más si uno pertenece a cierta clase de nobleza como yo. Por eso marcho así de discreto, con esta capa marrón en este oscuro sendero alejado de la mano de Dios. De repente el camino se bifurca en dos, uno a la derecha y otro a la izquierda.
-¡Claude!, ¿ Me puede dar el mapa?
-Por supuesto, monsieur Tardal, es suyo.- Me lo extiende.
-No, usted se equivoca, es de mi padre, que aunque esté muerto, sigue siendo suyo.- Lo cojo y lo examino.
-¿Y bien monsieur? ¿Cuál de los dos es nuestro camino?
-Me temo que ninguno de los dos Claude, nuestra dirección se encuentra en medio.
-Pero monsieur Tardal, ese "camino" es inaccesible para nuestros corceles.
-Seguiremos andando, según el mapa, no son más de mil quinientos pasos, habrá que desacerse de nuestros caballos...-Levanto la mirada y veo el pobre Claude mirándome con cara de desánimo por tener que abandonar su amado corcel Bordeaux.- Oh, de acuerdo, los ataremos en uno de esos árboles. Ahí estarán más o menos ocultos, y más a esta hora. Luego cuando usted regrese, podrá volver a por ellos, le regalo el mío, voy a estar un tiempo allí en Tardalona y no lo necesitaré.
-Oh, muchísimas gracias monsieur.
Empezamos a andar a través de esa espesa maleza mediterránea. Decir que eso es un camino parece una tomadura de pelo, pero sin embargo este viejo mapa es muy preciso y deja bien claro por donde hay que ir, aunque sea por encima de vegetación virgen, este mapa fue muy utilizado por mi padre y mi familia y nunca había fallado, y gracias a éste hasta ahora no nos habíamos perdido.
-Monsieur Tardal.
-¿Sí, Claude?
-¿Por qué ir a Tardalona? Dicen que sólo se trata de un mito que se inventó su familia.
-Pues verá, es un poco larga la historia... No estoy yendo a Tardalona, estoy regresando...
Hace más o menos treinta años, Tardalona, no existía, la encontró mi padre, el gran Luc du Tardal. Fue a él quien se le ocurrió limpiarla de la calaña que se amontonaba ahí para hacer una prospera ciudad fortaleza portuaria. Pero no podía hacerlo sólo y además de sus hombres, llamó a su hermano, mi tío, François o Francesc de Tardal. En mes y medio el asedio concluye con victoria para mi familia, pero mi padre acaba muriendo debido a una infección provocada por una herida en el asedio.
La ciudad queda en manos de mi tío, quien a partir de ahí me trató como a su propio hijo, que en eso de algo más de veinte años consigue hacer una ciudad medianamente próspera. Pero un par de años después fallece de manera extraña, dejando un testamento donde cedía sus posesiones, Tardalona incluída, al estúpido de su hijo, cosa muy rara pues siempre yo le había caído mucho mejor que a su propio hijo y siempre me había manifestado sus deseos de que yo herede Tardalona. Yo le conocía mejor que nadie y sabía que tanto su muerte como su testamento era un fraude, una conspiración.
Dicen que fue su hijo Jan de Tardal, pero ese chico es demasiado inocente y estúpido como para cometer tal acción. Estoy más que seguro que fue su mano derecha, Pompeu Bordas pues todos sabíamos que él deseaba governar la propia ciudad que él había edificado. Bordas modificó el testamento de manera inteligentemente sutil, pues si se hubiese puesto a sí mismo de heredero estaría cantado de que era un fraude. Lo modificó de tal manera que dio todas sus pertenencias a su único hijo Jan.
Jan siempre había manifestado su deseo de marcharse de ese aíslado sitio, así que no tardó en irse dejando Tardalona al segundo de la familia, Bordas. ¿Por qué no me lo dejó a mí? Porque no teníamos relación alguna, él me siempre me había envidiado por haber recibido mucho más afecto de su padre siendo yo su sobrino. Además él tenía una muy buena amistad con Pompeu desde hacía mucho tiempo.
Lo del mito que lo primero que hizo Bordas fue abrir quince tabernas es falso, lo primero que hizo fue desterrarme a Francia con mis otros parientes, luego ya montó sus bares y todo lo que quiso. Sabía que yo lo sospechaba, por eso me echó. Por suerte antes de ser expulsado cogí este, creo que único, mapa que revela la localización y el acceso por tierra de Tardalona. Y es ahora, ocho años después, cuando decido regresar a Tardalona.
-Buena historia, monsieur, pero ¿Por qué ocho años después?
-Me he estado entrenando, tanto física como psicológicamente, necesitaba también meditar cómo y qué debería hacer. He practicado algo de esgrima.- Le muestro detrás de la capa "le Vertueux", un magnífico sable de acero con la empuñadura dorada e inscripciones en plata.
-¿Y por qué vamos por tierra?
-Pues verá, hoy en día nadie viene por tierra a Tardalona, casi todo el mundo va por mar, y hay mucho control, sé que por tierra sólo hay un par de guardias fácilmente sobornables, es la mejor forma de entrar sin que se entere Bordas... Mire Claude, ¡ya veo las antorchas de Tardalona! Ahora deme mi equipaje y vuelva a su casa- Claude me pasa mi pesado equipaje y le entrego un saco con unas monedas de oro.
-Gracias monsieur, Una última pregunta, ¿por qué me cuenta todo esto?
-Verá Claude, puede que no regrese con vida de esta ciudad, puede que mi misión no salga exitosa. Necesito que alguien de confianza aunque sea humilde sepa la verdad, y ahora que puedo contárselo a alguien se lo cuento a usted.- Apoyo mi brazo sobre su hombro y le entrego el pergamino.- Ahora usted tiene el mapa, utilícelo para regresar a su casa, y, ya sabe, se queda con mi caballo.
-Cuídese señor, rezaré por usted con mi esposa todas las noches.
Sigo con la vista a Claude hasta que se pierde por el bosque, me giro y veo a lo lejos luces proveniente de una pequeña ciudad costera situada en una pequeña y escondida bahía, Tardalona. ¡Qué bella que era!. De pronto me viene la nostalgia de haber pasado los mejores momentos de mi vida en esta pequeña ciudad.
He de dejar estas nonterías ahora este sitio es muy diferente al de hace ocho años, he de andarme con cuidado. Mi misión empieza aquí.
Me llamo Dominique du Tardal y he venido a recuparar lo que es mío. Tardalona.
Me gusta mucho
ResponderEliminares cierto es rollo assasin's jajaja
ResponderEliminar