miércoles, 18 de mayo de 2011

De acampadas a revoluciones

Algunos los llaman ninis, pero no saben que son la generación mejor formada; otros les llaman antisistemas, pero no comprenden que no tengan una tendencia política clara; otros, en cambio, se resienten llamándoles "la generación perdida", aunque aun les quedan muchos años por delante... No estamos hablando de ninis, ni de antisistemas, ni de generación perdida, estamos hablando de indignados. Estamos hablando de estudiantes que no ven un futuro claro en su vida, estudiantes a los que les es muy dificil conseguir trabajo una vez titulados y aun más conseguir una vivienda digna con sus ridículos sueldos, estudiantes de los cuales muchos de ellos ven su futuro lejos de un país que apenas les apoya.

Con las revoluciones árabes (especialmente la egipcia) como modelo y con las redes sociales como método de comunicación y difusión de ideas, miles de jóvenes y no tan jóvenes indignados acuden a las "acampadas" de sus respectivas ciudades como forma de protesta pacífica a un futuro que ellos ven más que incierto.


Pero lo complejo de la cuestión es que no sólo luchan por su futuro incierto, sino que también luchan por otras ideas como la libre circulación de contenido intelectual por internet y, sobretodo, por la aplicación de una democracia real, es decir, una democracia participativa.

La idea de una democracia "real", consiste en primer lugar en acabar de una forma u otra con el bipartidismo predominante en España, dando posibilidad a otras opciones. En nuestro país predomina un bipartidismo donde los dos partidos apenas se diferencian en nada políticamente hablando, un bipartidismo donde los dos partidos predominantes practican la corrupción en todo el territorio. Sin embargo, por otra parte, la democracia "real" implica también una democracia participativa, es decir, una mayor implicación de todos los ciudadanos en el ejercicio democrático dando mayor flexivilidad y eficacia a la política nacional.

Esta mezcla de dos ideas principales de futuro incierto y democracia real son, en mi opinión, el principal problema de estas manifestaciones, pues implican dos soluciones: una corto plazo y otra a largo plazo.

En primer lugar la manifestación contra un futuro incierto requiere medidas a corto plazo, pues los estudiantes no disponen de más de unos años para salir al mundo laboral. Pero si hablamos de la demanda de una "democracia real", hablamos de un problema superestructural donde, no son necesarios años, sino décadas de concienciación y educación a nivel estatal. Me explico, en un país donde todo el mundo siempre ha limitado su ejercicio democrático a un voto (si vota) cada cuatro años es muy complicado hacer que de repente se involucren activamente en la política. Es necesaria la educación en cuanto a la responsabilidad de cada ciudadano en cuanto a la política.

El problema de haber dos problemas básicos con dos soluciones, una a corto y otra a largo plazo, es la falta de claridad. Uno ajeno al asunto cuando ve gente acampada gritando "democracia real ya" mientras llevan carteles de "jóvenes sin futuro" no sabe en que pensar cuando llega a su casa. La solución es dejar bien claro el problema a los medios informativos (aunque estos desgraciadamente suelen distorsionar la realidad) y a la gente. Son necesarias ideas claras y concretas, además de cabezas visibles que hablen en nombre de un grupo anónimo. No hablo de líderes sino de portavoces.

Ahora bien, a corto plazo se reclaman medidas para apoyar a la juventud y si se consiguen serán obra de uno de los dos grandes partidos gobernantes, pues hablamos de soluciones a corto plazo.

En cuanto a la democracia real, francamente ahora mismo en mi opinión no es más que una utopía, pues mientras el 30% de los jóvenes o bien acampan o bien apoyan a los acampados, el otro 70% se niega rotundamente a la posibilidad de alguna alternativa, centrándose en el bipartidismo solo por costumbre, hábito o hermetismo democrático. Este 70% de los jóvenes son y serán la mayoría, así es la democracia.

Pero, aunque ahora mismo la democracia real me parece una utopía, no rechazo las manifestaciones y acampadas. De hecho me parecen algo muy positivo, la democracia de este país necesita un cambio y no creo que haya nada mejor como punto de partida que estas acampadas y manifestaciones revolucionarias. Esto es un proceso lento, arduo y duro pero debemos de ser tenaces y constantes.

Empieza la revolución
El futuro lo escribiréis vosotros, no ellos
¡Ánimo acampados!
La historia os espera.


Muchas gracias.

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