domingo, 12 de junio de 2011

Nini

Jonathan tiene 17 años y es un nini en todo los aspectos. No solo no estudia ni trabaja sino que tampoco limpia, ordena, sale, usa el ordenador, chatea, se divierte y apenas come y bebe. Jonathan es tan nini que apenas vive, Jonathan es tan nini que apenas tiene intención de hacerlo.
Su padre, Luismi, se encuentra divorciado, en paro y al cuidado de Jonathan. Luismi, quien lo tiene muy duro para mantener su piso, insiste continuamente a Jonathan a que trabaje para ayudar a Luismi y a la pequeña familia a pasar estos duros momentos. "necesito dinero, necesitamos dinero" suplicaba y ordenaba Luismi. Jonathan siempre contestaba "No". Jonhathan siempre agregaba "Sabes que apenas como, sabes que apenas bebo. Sabes que tampoco salgo, me divierto y tampoco ningún vicio tengo. Nada de ordenador, redes sociales, tabaco, videojuegos o televisión. Si hay problemas económicos, da gracias a
Dios por tener a un hijo tan rentable como yo".

"Aunque algo de razón en el fondo tuviera..." pensaba Luismi "...Jonathan ya es mayor y tiene que hacer algo de su vida, además necesito dinero." Así que Luismi insistió e insistió, acabando incluso en situaciones violentas con su propio hijo, hasta que por fin logró convencer a Jonathan de que se busque un trabajo, de que busque dinero.

Y fue así cuando Jonathan un día llegó a casa con un sobre con un fajo de billetes dentro. Asombrado y algo asustado Luismi dijo "¿De donde sacaste este dinero? ¿Traficas con droga? ¿Lo robaste?". "No y no" contestó Jonathan con una leve sonrisa y agregó: "Vendí un riñón mío al mercado negro. No te asustes, no pasa nada, es mucho dinero y total, ya no lo necesito. Sabes que apenas como, sabes que apenas bebo".

Conmocionado, Luismi no volvió jamás a pedirle nada a Jonathan, quien sigue ahí sin hacer nada, quien sigue ahí sin apenas vida, quien sigue ahí sin intención de tenerla.


Fin

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