jueves, 28 de marzo de 2013

Idiota

Soy ese idiota que cuando no se cae, una vez más, de su cama,
sueña despierto para acabar estrellado contra otro muro
y después se queja y llora por no entender semejante espinada.

Soy ese idiota que se siente adulto cuando no salió de la escuela,
tan impulsivo como egoísta, que ladra con un carácter de perro,
abandonando a los demás por una vida a las sombras de la ceguera.

Soy ese idiota que cree en lo efímero, en los cuentos de hadas,
donde todo es perfecto cuando en realidad estas cosas llegan
solo para hacer placer, y se marchan dejando (de sangre) cascadas.

Soy ese idiota que tiene a su propio corazón por bandera
y se deja guiar por los restos de olores que en mis vestigios dejas
a pesar, que desde el principio, el mundo huele a negra humareda.

Soy ese idiota que enloqueció antes de que llegara la primavera,
que se enamora no tanto por la manzana como por las palabras
y se ríe y llora cada día, sin dormir nada por el dolor de las letras.

Pero no soy ese idiota que viene, ama, odia y (finalmente) se marcha
porque me quedaré aguantando vendavales, tropiezos y golpes
porque soy idiota... pero bueno, todo ya lo sabes... y yo no sé nada.

viernes, 22 de marzo de 2013

Martillo y cincel

Era cierto, Miguel Ángel Buonarotti  veía la obra final antes de empezar a tallar el bloque. Cuentan que en 1509, tras un encargo, escogió un bloque de la cantera que iba a tallar y que le iba a dar la forma de Moisés para la tumba del papa Julio II.

Y así pasó semanas, día y noche, golpeando a la piedra para dar resultado a aquel coloso de mármol que majestuosamente portaba la tablilla con los diez mandamientos. Tan perfecta y real resultó la estatua que sintió que la única cosa que le faltaba por extraer de aquel bloque de mármol era la propia vida. Emocionado, cogió entonces el martillo y le golpeó con toda su alma en la rodilla.

"¡¿Por qué no me hablas?!" Gritó, casi llorando.

Y la mirada del Moisés permaneció inmóvil, impasible, fijada en su creador. Entonces, aun con los ojos húmedos, Miguel Ángel cogió el martillo y el cincel y se marchó del taller, consciente de no haber dejado atrás más que un bloque de mármol tallado, muchas horas de trabajo y poco más.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Azahar

Y de entre tanto humo húmedo y negro,
el muchacho notó un pequeño vestigio
como un mínimo gran presagio,
que le iba a salvar del helado fuego.

De repente, por capricho de la naturaleza
descubrió el aroma del azahar,
un milagro entre las llamas, 
un superviviente extremo
que ha llegado para quedarse,
como estandarte de la gloria
y de aquello que es bueno.

...

No queda mucho tiempo,
Apuremos un ultimo chupito
y las últimas lágrimas del invierno
que lo mejor está por llegar...
y créeme, nada está menos lejos.

martes, 19 de marzo de 2013

Ni el cantar de los ruiseñores
ni el caminar de los vecinos
hacen tanto como el blanco
que todo lo inunda desde la ventana
ahogando los sueños en la claridad,
desnudando la mano que me acaricia el pecho
y resucitando esos ojos que, fijos, me observan.

Amanece, que no es poco
y te despiertas (que lo es todo).
Dame un tema, y te escribo una historia;
dame una sonrisa, y te susurro un poema;
dame un beso, y te describo la gloria;
dame una noche, y te devuelvo la magia;
y no me des nada, me basta mi memoria.

viernes, 15 de marzo de 2013

Agua

Y miles de kilómetros separan ya a este chico
que navega por el profundo océano
de aquel otro, que sigue en el muelle cortado,
en aquel puente a la nada,
al costado del río con caña y sin cebo
esperando a que en el agua, algo se mueva.


                                    De espaldas tan semejantes;
                                                                                   de miradas tan diferentes.

                                         A estas alturas ya eran íntimos desconocidos.


lunes, 11 de marzo de 2013

Sinfonía número 5

La vida no es un río que va a parar a la mar,
no, es bastante diferente, me atrevo a decir.
Y es que la vida es en realidad un océano 
o un infinito mar de fuego y magia.

Sí, la vida es fuego y magia

Y es fuego
porque sin darnos cuenta
todo prende y arde, incluido el tiempo
(que del calor a veces se congela)
y en cuanto a la magia no está sino en el morir cada día en el fuego,
y en el placer de saber que sin embargo, 
como aves fénix, nos seguiremos moviendo.

Porque la vida es un oceano
(y conocer esto es una ventaja)
pues qué mejor forma de vivir sin miedo 
que viajar sin destino ni rumbo,
teniendo solo a nuestro corazón por bandera,
y viajar así a nuestra manera
volviendo al principio cuando queramos
o tocar, si encontramos, y quedarnos en tierra.

No, la vida no es un río que va a parar a la mar
no seamos así de lineales y deterministas
que poco, o más bien nada, hay definitivo
en un mundo tan redondo como este,
que entre tantas llamaradas,
sin embargo se mueve.

Musa

¿Cómo quieres que escriba
un poema de más de cuatro versos
si mi cabeza permanece a la deriva?
¿Cómo pretendes que me inspire
si entre los barros más espesos,
a la sombra de tu ausencia,
solo, a la nada, esto se dirige?

Porque si quieres que escriba
un poema de más de cuatro versos
y sacar así mi cabeza de la deriva
o si quieres que me inspire
para que salga del barro más espeso,
solo te pido que te acerques aquí
porque yo soy yo y tus besos.

domingo, 3 de marzo de 2013

El tiempo se estanca

Lo bello es aquello que por muy pequeño que sea,
es capaz de congelar el tiempo
acabando así con la nostalgia del presente,
haciéndote sentir vivo
y que fuera de ese momento, 
lo demás solo sea muerte.

Entonces 
te miro a los ojos,
y siento que reloj y latidos se paran.
Y a cámara lenta sonrío.
"Hagamos belleza" -te pido-
juguemos con el tiempo
y que esta gloria sea infinita 
en los pocos segundos que dure.

Nada más necesito.

viernes, 1 de marzo de 2013

Leones

El caos reinaba las calles, el mayor miedo de la gente se había hecho realidad: Los leones habían escapado. Escandalizado, el alcalde ordenó la recaptura de todas las fieras pero era demasiado tarde, los leones ya paseaban tranquilamente por las casas de todos aquellos que habían huido. Y por eso los leones pudieron vivir solos y en paz sin mayor cárcel que su propio horizonte. Nunca nadie supo que las jaulas habían sido construidas para que finalmente estos pudieran escapar.