el muchacho notó un pequeño vestigio
como un mínimo gran presagio,
que le iba a salvar del helado fuego.
que le iba a salvar del helado fuego.
De repente, por capricho de la naturaleza
descubrió el aroma del azahar,
descubrió el aroma del azahar,
un milagro entre las llamas,
un superviviente extremo
que ha llegado para quedarse,
como estandarte de la gloria
y de aquello que es bueno.
y de aquello que es bueno.
...
No queda mucho tiempo,
Apuremos un ultimo chupito
y las últimas lágrimas del invierno
y las últimas lágrimas del invierno
que lo mejor está por llegar...
y créeme, nada está menos lejos.
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