miércoles, 2 de febrero de 2011

Shake the disease



Ahí te veo, ahí estás. Yo te miro, pero tu simplemente me ves. No hay nada más especial para mí que tus saludos de la mañana. Todos los días es igual. Al salir a la calle, cuando te acompaño, al caminar bailas, vuelas. Es algo que no todos aprecian, te aprecio y mucho. Cuando te dejo en tu casa, camino sólo disfrutando de ese momento efímero pero especial que es estar a tu lado aunque sea un poco.

Ojalá pudiese romper el nudo que se me forma en mi garganta cada vez que intento decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que te amo. Pero ese nudo puede ser que esté ahí por algo, no sé. Ojalá te pueda decir aunque sea un diez por ciento de lo que veo, de lo que siento.

Pero por lo menos sé que siempre estarás ahí, seguirás saludándome, seguiré acompañándote. Eres lo que me mueve día a día, aunque no lo sepas. Eres mi musa, eres todo lo que quiero. Sé que estarás ahí cuando pueda romper ese nudo de mi garganta. Te amo.

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