Por fin llegó la hora de que Ferran salga del colegio. Mario, como de constumbre, le espera siempre en la salida desde que ambos iban a cuarto. Mario portaba su uniforme de siempre. Ferran, aunque estrenaba mochila nueva parecía bastante preocupado.
-Hola Ferran ¿Que tal tu primer día de cole? A mi me fue fantástico en mi escuela, ser de quinto es lo mejor, eres de los mayores en el patio, mola mucho.
-Si...-Dijo en un tono seco, apenas le hacía caso alguno.
-Fer, ¿Qué te pasa? Veo que apenas me miras a los ojos ¿Pasa algo tío?
-Oye Mario... no, nada. No debería hablar contigo.
-¿Cómo? Pero si eres mi mejor amigo, te conozco desde que tenías seis años.
-No... Es que...- Se calló de nuevo, bajó la mirada y aceleró el paso. Mario también subió el ritmo.
-¿Es que qué? ¿qué ocurre, Ferran? ¿qué te ocurre?
-Mira Mario, he estado con mis padres y con el psicólogo del colegio...
-¿Estás enfermo?
-No, sí... bueno no del todo...-Parecía que tenía miedo, miedo a decir algo importante.
-Oh vamos! No tengas miedo Ferran, no te diré nada malo, para eso somos mejores amigos.
-¿Me prometes que no te enfadarás y que lo aceptarás?
-Prometido cocido.
-Verás Mario... Tú no existes.
-...¿Cómo?
-Tú no existes, formas parte de mi cabeza... o así me lo explicó el psicólogo.
-¿Psicólogo? Pero si soy tu mejor amigo...
-Me lo han explicado... Mis padres no te han visto nunca.
-¿Cómo que no? ¡Si me pasé el fin de semana entero en tu casa!
-Ya lo sé... como todos los fines de semana. ¿No lo ves? ¿Cómo me explicas que nunca he ido a tu casa?
-Oh, pero si sabes que vivo en la otra punta de la ciudad...
-Sin embargo me esperas todos los días al salir de clase en la entrada cuando tú nunca vas al colegio...
-¡Sabes que mi horario es diferente y acabo hora y media antes!
-lo sé, lo sé...Pero siempre llevas el mismo uniforme escolar.
-Pero si es la ropa que tengo que llevar siempre.
-Vale, pero es que incluso en el nombre, incluso en el nombre...
-¿Qué mi nombre no existe?
-No es eso...Te llamas MARIO IGANI, pero si cambiamos el orden de las letras obtenemos IMAGINARIO.
-Ferran, tú no les creerás ¿verdad?
-Créeme, me cuesta muchísimo....
-Cuando fuimos al río y cazamos ranas, cuando lanzamos el cohete a la casa del señor Berruguete, cuando hemos cocinado un pastel hecho con muchísimo azúcar...
-Lo hemos hecho, pero lo que pasa es que se supone que tú no estabas.
-¿Cuando te apoyé en tus momentos dificiles, tampoco estaba?
-...
-Eres mi mejor amigo Ferrán, ¿Ahora que va a pasar?
-No lo sé, NO LO SÉ...
-...
-...
-¿Te acuerdas, Fer, de la primera vez que nos conocimos? Te sorprendiste de cómo un niño desde la nada apareció en ese lugar...
-Sí, fue bastante raro.
-Quizás a la nada iré...
-¿Por qué Mario? ¿Por qué lo aceptas? ¿Por qué no te enfadas?
-Te lo he prometido Fer...- se da media la media vueltay se marcha en la otra dirección.
-¿Dónde vas? -se detiene para contestar.
-A mi casa.
-Pero volverás mañana... ¿Verdad? puedo fingir que no existes delante de los mayores...- a Ferran se le empezó a humedecer los ojos. Sí, estaba llorando.
-No, no puedes...-continua siguiendo el trayecto .
-Mario, -esperó a que se girase. Le vio la cara, sus ojos también estaban húmedos, estaba llorando- No te olvidaré...
-¿Me..me lo prometes?
-Prometido cocido.
Y se fue
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario