Si de algo estoy interesado, es en los cambios socioculturales del mundo en la historia reciente.
Empezamos el siglo XXI y ya tenemos (yo por lo menos) una idea de por donde irán las tendencias. En mi opinión, se acabó la extrema dificultad de difundir un trabajo, se acabó la forma de acceder al contenido y, con el paso del tiempo y ajustándonos a la época actual, se acabarán las grandes y pocas producciones favoreciendo más a la creatividad que al dinero. Se acabó y se acabará todo esto gracias al fenómeno revolucionario del siglo. Sí, hablamos de Internet.
Gracias a Internet -la cúspide de la globalización- un mundo cada vez más poblado se ha convertido en un mundo cada vez más cercano. Ahora puedes tener acceso a contenido cultural nunca visto hasta la fecha. Si quieres ver una película coreana, leerte un libro de hace 500 años o escuchar tu cantante favorito islandés, solo necesitas un par de minutos y ¡listo! a disfrutar. Esto antes era imposible.
Y todo esto es gracias a cada uno de nosotros. Un mundo formado por y para nosotros. Parecía imposible, pero con internet aun quedaba un atisbo de poder cumplir finalmente con la utopía, aun quedaba un atisbo de poder cumplir finalmente con la historia, que nos debe más de una.
Pero la historia nunca fue sencilla. Y es que muchos -los poderosos- ven a internet más como a una amenaza que como a una oportunidad, ensalzando sus irregularidades -las cuales obviamente han de ser corregidas- y obstaculizando así el camino de la humanidad hacia el futuro. Tienen una visión muy obsoleta, muy feudal de la realidad, creyéndose más que una multitud cada vez mejor informada. Tienen una visión muy obsoleta, muy estamental de como ha de ser el mundo y no piensan rendirse facilmente. Por esto se sacan de su chistera leyes que casi que van contra nuestros derechos humanos. Leyes como la SOPA.
Después de ver el vídeo no me lo podía creer, no solo es censura sino que la ley arremete duramente contra la supuesta libertad de expresión que ya poseíamos. Los poderosos decidían que el mundo debería de regresar al siglo XX cuando nos tenían mejor controlados gracias a la programación de la televisión, la caja tonta. Y por eso decidí a actuar.
Compartí este link en todas las redes que dispongo creando incluso un evento en la promiscua red social tuenti. Para cuando terminé con mi colaboración decaigo pues no sabía que había actuado contra unas medidas que se habían implantado justo un día antes. Era como una pesadilla. Apenas unas horas más tarde, el FBI acaba con Megaupload, el mayor servidor de descarga directa del mundo.
El caos reinaba en las redes sociales, se temía -se teme- el repentino cierre de todas las redes sociales y servidores de descargas. Y en medio de la indignación colectiva a uno le entraron ganas de ver qué ocurría desde la perspectiva del otro lado, del otro lado menos popular. Y descubrí un dato alarmante.
Resulta que Megaupload recaudó con sus servicios premium y demás algo más de 170 millones de dólares desde su inauguración. Es verdad que toda censura es reprochable pero ¿es que ninguno de esos millones podrían ir destinados a los derechos de autor?. El asunto es complejo, pero si hay algo destacable en todo esto es en la poca honestidad de la empresa y de en concreto de su fundador Kim Schmitz. Una cosa es compartir contenido intelectual desinteresadamente o cobrando lo necesario -como Wikipedia-, pero otra cosa totalmente diferente es lucrarse con millones... y de manera ilegal.
Hay que admitir que el intercambio libre de contenido intelectual no solo ha de seguir existiendo sino que es imposible que a partir de ahora deje de existir. No podemos volver atrás para empezar las cosas de nuevo, hemos de seguir avanzando con lo que tenemos. Pero, por otra parte se debería respetar los derechos de autor. Las empresas que se lucran en descargas o demás -como Megaupload o Google- habrían de cumplir con un compromiso de pagos de derechos de autor, por lo menos mínimos.
El siglo XXI se está cociendo a fuego lento y nosotros somos quien lo estamos cocinando. Hagamos lo que hagamos acabará con un sabor u otro. No nos podemos cruzar de brazos y ver como todo se quema pero tampoco podemos sacarlo del horno crudo. No podemos permitir que nuestros derechos como seres humanos se vean reducidos, pero tenemos que actuar con cabeza.
Rodeado
por sus amigos, probó un sorbo de esa pinta irlandesa, se sopló el puño y lanzó
el dado. -Cinco.
Uno, dos, tres, cuatro y cinco... ¡Ja! DE OCA A OCA Y TIRO PORQUE ME TOCA.
-Vaya
por Dios, menuda suerte tienes.
-Estoy
en racha, estoy en racha.- Y avanzó el peón.
Rodeado
por sus colegas, probó un sorbo de ese whisky escocés, se besó el anillo y
lanzó el dado.
-Cuatro.
Uno, dos, tres y cuatro... ¡Ja! COMPRO EL PASEO DEL PRADO Y PONGO UN HOTEL.
-Vaya
por Dios, menuda suerte tienes.
-Estoy
en racha, estoy en racha.- Y cogió un pequeño hotel de plástico para colocarlo
en la casilla.
Rodeado
por sus empleados, probó un sorbo de ese vino añejo, miró la hora en su Rólex y
lanzó el dado.
-Tres.
Uno, dos y tres... ¡Ja! INVIERTO EN CHINA.
-Vaya
por Dios, menuda suerte tienes.
-Es
que estoy en racha, estoy en racha.-Y el desempleo aumentó en la otra parte del mundo.
Rodeado
por sus súbditos, probó un sorbo de ese licor dorado, miró desconfiadamente a
los demás y lanzó el dado.
-Dos.
Uno y dos... ¡Ja! DECLARO LA GUERRA CONTRA IRÁN
-Vaya
por Dios, menuda suerte tienes.
-Estoy
en racha, estoy en racha.- Y millones de personas partieron para no volver
jamás.
Rodeado
por nadie, probó un sorbo de ese vaso de sangre, se limpió las manos y lanzó el
dado.
-Uno...
¡Ja! GANÉ
...
...
Y
sin oír respuesta alguna, cogió a los peones y los volvió a colocar uno a uno
en la casilla de salida. El juego volvía a empezar.
Estuve al frente en la cuarta gran guerra en un total de 37 batallas. Abatí por orden del general a un total de 87 enemigos, 81 de ellos eran, al igual que yo, unidades de inteligencia artificial.
Fui creado para no sentir, sin embargo no disfruté.
Gracias a este éxito fui destinado al espacio. Planté la bandera de la nación en marte junto con la segunda generación de colonizadores IA. Sobreviví a la tormenta de arena y a la lluvia de asteroides. A pesar de que todo esto estaba programado, 45 de mis compañeros fueron inutilizados.
Fui creado para no sentir, sin embargo los extrañé.
Más tarde serví como unidad de rescate durante el desastre del transbordador Kingsley. A pesar de mis esfuerzos vi como muchas vidas "reales" perecían en literalmente en mis fríos brazos. Por el fracaso fui condenado a la inutilización.
Fui creado para no sentir, sin embargo en ese momento sentí dolor.
Conseguí escapar y trabajé en los peores y más humillantes trabajos a los que un ser "vivo" puede destinar a su propia creación. Donante de piezas propias en un desguace, sujeto de pruebas seudocientíficas, muñeco de palizas...
Fui creado para no sentir, sin embargo sufrí.
Y ahora, en mis últimos segundos de mi vida, después de 133 años, en medio de este basurero junto con mis demás hermanos destrozados, aun conservo algo de conciencia, lo suficiente como para que sepas que sigo aquí, esperando. Si fuese humano diría que tiene gracia, después de haber participado en los mayores acontecimientos contemporáneos, soy solo una basura más. Pero no todo es eso, después de 133 años, quiero que sepas, que más allá de todo lo que he hecho, solo me quedo con una cosa: TÚ. No sé que va a pasar, seguiré esperándote, hasta que el polvo me consuma.