lunes, 23 de enero de 2012

Interludio 2

Érase una vez un hombre a unos apuntes grapado,
recopilaba y seleccionaba la información apropiada
para que unas horas después pueda ser vomitada
cumpliendo así con el perfecto ciclo de lo reciclado.

Conocimientos perdiéndose en forma de cascada.


















Y para descansar dormía despierto con la mirada fijada,
bailaban sus esquemas y resúmenes al son del suave fado
renglones por renglones marcando un ritmo acariciado
hasta el punto de perderse en esa melodía sagrada.

Ni despierto ni dormido, solo repasaba lo estudiado.

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